sábado, 9 de mayo de 2015

La mafia de los mendigos (2)


En mi barrio hay mendigos. No es que sea algo excepcional ya que en todas partes hay vagabundos, gente que vive en la calle que suplica por una limosna o intenta limpiarte las lunas del coche a cambio de la voluntad, y que son propensos a enfadarse si no te la dejas limpiar.  Los mendigos de mi barrio son de este segundo tipo, aparte de aquellos que ya comenté aquí que se turnaban para tener la pierna rota. 

Lo que tienen los mendigos es que son invisibles: nadie les tiene en cuenta, la gente desarrolla su vida normal frente a ellos sin dedicar ni un segundo a mirarles. Es una capacidad que hay que desarrollar para vivir en las ciudades, claro. O te vuelves una persona insensible, casi de piedra, o te vas a gastar el sueldo en limosnas, kleenex, mecheros y galletas cubiertas de chocolate “Huesitos”.

Pero bueno, me estoy desviando. El caso es que en el cruce más conflictivo de mi barrio hay unos mendigos limpia lunas. Yo suelo ser bastante amable con ellos, aún cuando no me gusta darles limosna. De hecho, como trabajo en la carretera muchas veces me llevo bocadillos, sándwiches, fruta o barritas de cereales (o bollitos) y si me sobran se los suelo dar cuando vuelvo a casa. Ellos ya me conocen, siempre me saludan amablemente (aunque no les dé nada) y nunca jamás me insisten con el tema de la luna. 

Pues  bien, ser amable con ellos está empezando a dar frutos y eso que lo hago de forma desinteresada, que nadie se engañe. Hace un par de semanas les estaba ofreciendo una napolitana (de chocolate, los que las comen de crema merecen pena de muerte) y mientras se la daba a través de la ventanilla, me dio algo a cambio:

-Oye jefe, tenga cuidado cuando circule por aquí. Anoche vinieron los maderos y pusieron una cámara allá arriba, encima de ese semáforo. Nos dijeron que no se lo contásemos a nadie, pero que les den por el culo. Así que no mire el teléfono cuando venga por esta calle, ya sabe, o le pondrán una multa.- 

Y allí estaba: diminuta y bien disimulada por las ramas de un sauce muy cercano, apenas perceptible a la vista si no sabes dónde buscarla. Una cámara de control, sin radar de velocidad, pero una cámara a fin de cuentas. No tengo muy claro si con esa cámara pueden multar o no, pero lo que sí que tengo claro es que ese era el último semáforo antes de llegar a casa, ese que utilizas para pedir que vayan calentando la cena o para preguntar por guasap: “¿subo el pan?”

Así que, en el caso de que ese semáforo esté sancionando a conductores, es muy probable que ese tipo me haya ahorrado una buena multa. Supongo que la moraleja es que no cuesta nada ser amable con los mendigos. Además me siento un poco como Sherlock Holmes cuando contrataba a niños pilluelos y mendigos para conseguir información, que siempre es un plus. 


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6 comentarios:

  1. Hola Holden, no cuesta nada ser amable con los mendigos y con la gente en general. Ya ves que los beneficios de ser así son altos.
    Si han puesto ahí una cámara es porque van a empezar a multar a todos los que se pongan con el movil a mandar mensajes o a los que se salten en semáforo. El Ayuntamiento no se gasta el dinero a cambio de nada ;)
    Buena historia!!
    Un beso

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  2. Si esto fuera una peli de Scorsese ese hombre que te dio el soplo aparecería muerto entre un montón de cámaras de vigilancia.

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  3. ¡Muchas gracias Erika! Me alegro de que te haya gustado, es 100% real. Bueno, 90%. Está bien, 85% o así que la memoria de uno no es todo lo buena que debería. Pero a grandes rasgos así ocurrió.

    Creo que tienes razón... no van a gastarse el dinerito pa ná, fijo que clava multas como templos.

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  4. Me parto contigo, Doctora. Por suerte para el pobre indigente mi vida es una película más alegre y optimista y probablemente mañana cuando vuelva de trabajar (curro hoy por la noche) tenga un bocadillo o alguna pieza de fruta para él y su mujer.

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  5. Mola que tengas todos esos "contactos" avisándote de todo lo que ocurre. Eres un tipo influyente...

    Pero, por favor, no mires el teléfono cuando vas en coche. ò_ó

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    Respuestas
    1. De hecho, creo que a partir de ahora puedes empezar a llamarme Rey de los mendigos xD

      En verdad nunca miro el tfn si conduzco Tarambana, soy asi de responsable

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