martes, 21 de febrero de 2017

Pues no se está tan mal sin móvil, ¿no? Si yo siempre lo he dicho, joder, que no soy tan dependiente del aparatito, que en verdad nunca llamo y tengo todos los grupos del guasap silenciados. Bah, no es para tanto.

Una de las típicas cosas para las que se usa el teléfono hoy en día

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-¿Que no te ha llegado mi guasap?- me grita con una expresión que sugiere que un escalofrío le está recorriendo la cerviz en ese preciso instante. -¡Mierda, mierda, mierda! ¡Hoy llegaba tarde al trabajo y creía que TÚ estabas avisado y que harías inserte aquí eso tan urgente que en todas partes hay que hacer a primera hora!-
 
A correr tocan, pies para qué os quiero y toda la parafernalia, para un día que no tengo móvil... ¿no te giba el puñetero Murphy?


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Qué bien estoy sin móvil, oye, ¡qué relajación! Ahhhh, ¡qué bello es el mundo! Nunca me había fijado... ¿esta calle está en obras? Y hablando de obras y de trabajo, ya debe ser la hora de comer, ¿no? Maldición, me he olvidado de ponerme un reloj... claro, como siempre llevo el móvil encima. Preguntaré a un amable compañero.

-¿La hora de comer? ¿Pero tú estás tonto? Si son las 11,30, anda que no estás perdido tú hoy.-

-....comprendo.-

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Maldito animal, ¡los gatos sois carnívoros y eso implica que no coméis piña!


-¡Odín! ¡Maldito gato estúpido! ¿Tienes que dar un salto de 2 metros de altura con triple mortal hacia atrás y, a la que caes, robarme un codillo asado entero PRECISAMENTE EL DÍA EN QUE NO PUEDO GRABARTE y hacerme rico con los vídeos? ¡Tú lo haces a posta! ¡No, no pienso dejar de señalarte, gato del demonio! ¡Y no me tuerzas la oreja!-

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¿Que si está siendo duro esto de vivir sin móvil? No hombre, si no lo echo en falta, yo soy un tipo muy desprendido, no lo uso más que un par de veces al día. Seguiré informando, permanezcan atontados. Digo atentos, que es que tengo así como un poquito de nervio.

Más: anteriormente en La fabulosa gallina de goma, Mi nuevo móvil

martes, 14 de febrero de 2017


Queridos amigos:

Hoy estamos aquí reunidos para perseguir el más loable de los objetivos, la más noble meta, el propósito final de todas las personas, el fin último por el cual los monos decidieron evolucionar en seres humanos, el destino implacable del que ni Bruce Willis (en su versión joven, ojo) podrá librarnos: ya está aquí el Big Culo Day.

Como todos sabréis (vergüenza debería darte no conocerlo), todo internet desea que pase el 14 de febrero. ¿Para que termine por fin el día de los enamorados y cenar pizza a solas no parezca vergonzoso? ¡No!


Porque cada 15 de febrero (más o menos, tampoco hay que ser cuadriculados) vivimos la que quizá sea la festividad más importante a nivel mundial, joder: el Big Culo Day. Ese día en el que allá donde miremos deberíamos ver un culo porque sí, sin ninguna razón fundamental que debiera discutirse en el parlamento. Y mi aporte es este sencillo vídeo hecho para la ocasión.

¿Qué sigues sin saber de lo que hablo? El Big Culo Day es nuestro Diox y Jotace es su profeta, joder. Corre y entra en su blog para descubrir un apasionante nuevo mundo y publica un culo en tu blog para evitar así que todos te señalemos con el dedo y nos mofemos de tu individualidad. 

¿Conocías el Big Culo Day? ¿Qué te ha parecido el vídeo culero? ¿No te animas a poner un bello trasero en tu blog?

Más: anteriormente en La fabulosa gallina de goma, Big Culo Day 2016

jueves, 9 de febrero de 2017


Estábamos el otro día en un bar tomando una cañeja y disfrutando del veraniego calor y la agradable brisilla que hace últimamente desde... el lado de de dentro de la ventana, claro. Echábamos un vistazo al Mundo Today, quizá el periódico que dice menos tonterías hoy en día, cuando encontramos esta maravilla de frase atribuida a Di Caprio: 

“¿Tú sabes cuánto dinero tengo yo? ¡Yo tampoco! Con ‘Django desencadenado’ perdí la cuenta. Vamos, si yo no fuese yo, pero yo existiese, me secuestraría, a no ser que aún no siendo yo tuviese tanto dinero como yo tengo, que me extraña, porque tengo muchísimo”.

Tu tan así y yo tan en plan que veo un céntimo en el suelo y me agacho a recogerlo

La frasecita destapó una conversación típica entre jóvenes independientes que no llevan demasiado disfrutando de las penurias maravillas  que supone el tener que buscarse la vida uno mismo, sacarse las castañas del fuego con un sueldo extraordinariamente abultado, ya entendéis mi ironía. 

En fin, que nos pusimos a comentar donde ahorrábamos dinero unos y otros, y la cosa da pena: que si marcas blancas, que si tuppers de mamá, el otro que no pone la calefacción nada más que antes de meterse en la cama y que si contrata a una compañía de electricidad que tiene un nombre de lo más evocador, Mipodo.

En tiempos de crisis cada vez más gente acude a empeñar las cosas que no usan

Y claro, si el Di Caprio tiene tanta pasta como para querer secuestrarse, igual mi problema es otro: yo me cruzo conmigo mismo pero sin ser yo mismo y lo mismo me cambio de acera por miedo de que me robe a mí mismo, en el hipotético caso de que al dejar de ser yo mismo empezase a hacer esas tonterías, cosa que me extraña. Y si no, que le pregunten a Doctora

Total, que nos echamos unas cañejas y unas risas porque, en el fondo, si podemos quedar para ir a un bar y beber cerveza es que tan mal no nos va. Hablando de problemas del primer mundo: mañana me quitan el móvil y voy a estar una semana EN-TE-RA sin teléfono. ¡Menuda aventura me espera!

*Aviso para navegantes: el Mundo Today es un famoso periódico de humor, que nadie se tome en serio nada de lo que se encuentre ahí dentro.

Los inspectores de hacienda también sufren lo suyo, ojo
  
¿Y tú? ¿También eres un intrépido joven en edad de sacarse las castañas del fuego? ¿Hay alguna penuria que hayas vivido y que casualmente quieras contármelo? Venga, ¡cuéntaselo al tío Holden!

Más: anteriormente en La fabulosa gallina de goma, La mafia de los instaladores de luz