lunes, 29 de febrero de 2016

Rose, una poeta urbana donde las haya.
'El amor no es lo que sientes, es en lo que te conviertes. By: Rose 2014'. 

Visto en Madrid, cerca de la estación de Metro de Colonia Jardín. 


Veréis, yo me lo imagino así: Rose, de 16 años, desesperada por demostrar su tímido amor no correspondido se acerca un día a su papelería más cerca y se compra un rotulador plateado. Para firmarle en una escayola a una amiga, le miente a la dependienta. Y luego, temblorosa, camina hasta las cercanías de la casa de esa persona tan especial que le hace temblar las rodillas. 

No elige un sitio al azar, no: lleva días planificando escribir su frase en algún lugar por dónde pase todos los días esa persona. Mira furtivamente a derecha y a izquierda para comprobar que éste es su momento, que no viene nadie. Y entonces, con un trazo nervioso pero seguro, toman forma las palabras que tanto tiempo lleva imaginando. 

Al día siguiente, como al descuido, le comenta a su amor platónico que ella por amor haría lo que fuera. Por cierto, ¿te has fijado en que somos del mismo equipo de fútbol? Sí, de ese del que eres tan fanático. No, mi padre es del archirrival, menudo carca.
 
Y pasa los días, semanas quizá, lanzándole indirectas sobre como el amor transforma a las personas. Sobre como por esos sentimientos tan intensos y agridulces una persona sería capaz de cualquier cosa, ¡incluso de cometer locuras! Y le recita su inspiradora frase, tratando de indagar si se ha fijado en ella o no. Pero la suerte se le resiste.

Entonces regresa al lugar del crimen, temerosa de que alguien la reconozca, a esa acometida de la luz por la que él todos los días pasa, y retoca su obra añadiéndole unas deliciosas motitas para provocar un sugerente 'efecto purpurina'. Si así no lo ve, se dice, es que está más ciego que un gato de escayola

Rose, tenaz, prosigue lanzando indirectas cada vez más harta de la aparente falta de agudeza visual de su enamorado o, por qué no, enamorada. Hasta que al fin toma una decisión que, una vez pensada, le parece la más obvia. Si él no es capaz de transformarse, concluye, ya me transformaré yo.

Si el sexo fue consentido o no, nadie lo sabe. Sólo Rose podría relatarnos los acontecimientos de aquella extraña mañana en la que por amor decidió convertirse en una mantis religiosa. Y del coito no lo tiene claro, pero no recuerda jamás haber desayunado algo tan delicioso

Supongo que la única moraleja extraíble es: estad atentos a las frases que os acechan desde las paredes. Nunca se sabe cuando podrían salvaros la vida. Claro que si alguien extrae una moraleja mejor me la puede dejar en un comentario y así comparamos si yo no valgo para extraer conclusiones, o qué. 

Lo siento Rose, tu historia se me ha ido de las manos

Más: anteriormente en La Fabulosa Gallina De Goma, Frases en las paredes (5)

jueves, 25 de febrero de 2016

Aquí, intentando convencer a los del teléfono...

''Estimados amigos de Telefónica Movistar, queridísimos proveedores de telefonía móvil desde hace ya la tira de años:

No soy amigo de mandar emails a las empresas –no crean ustedes que se encuentran leyendo el correo de un loco que disfruta escribiendo cartas incendiarias- pero en esta ocasión en la que me encuentro no veo otra manera de salir de la confusión en la que me veo metido más que dirigirme a ustedes formalmente.

Y es que verán, me temo que soy víctima de un error. Un lamentable y aparatoso error que no dudo ustedes solucionarán con la máxima diligencia y a la mayor brevedad posible. 

El otro día rechazaba yo por teléfono una oferta de uno de sus competidores directos, concretamente Jazztel. Verán, me ofrecían los mismos servicios que tengo contratados con ustedes, sólo que por unos 20 euros menos de precio. 

-¿Cómo va usted a rechazar simple y llanamente pagar menos por lo mismo?- recuerdo que me preguntaba incrédulo el comercial de Jazztel. 

Y es que yo soy un cliente fiel, joder. Un cliente leal donde los haya, como pocos. Comprueben por cuantas manos ha pasado el número de teléfono 6********* en los últimos 16 años si no me creen. Busquen también el 91*******, a ver si no tengo también contratado internet, su paquete de televisión y el fijo de casa con ustedes. 

Me volvieron a llamar apenas 3 días después, ¿saben? Para mejorar su oferta. Estaban realmente interesados en que yo pasase a formar parte de su gran familia, y por ello querían incluir en su promoción un sencillo Smartphone a coste 0. 

¡Les tuve que rechazar medio indignado! Seguro que ustedes me entienden: -'Señores de Jazztel, por favor, no se molesten en seguir llamando. Llevo casi 16 años con Movistar y siempre me han dado un servicio estupendo, y no busco cambiar de compañía. Gracias por su interés y disfruten de unas muy buenas tardes.'- ¡Ja! 

Al día siguiente, se me cayó el móvil al suelo. Un accidente desafortunado desde el cual mi teléfono, ESE terminal que ustedes me regalaron hace más de 2 años, no funciona como debería. No me quedó más alternativa que llamarles a ustedes para explicarles el asunto y pedir que si por favor podían ofrecerme uno nuevo.

Verán, seguro que pueden mirar en su base de datos y comprobarán que, sin faltar a su cita, cada 2 años más o menos ustedes me han regalado un teléfono. A nadie más de mi entorno le sucedía esto, pero claro: nadie que conozca lleva 16 años ininterrumpidamente con la misma compañía y a mí me parecía de lo más normal que premiasen mi fidelidad.

Les llamé, decía, para contarles mi accidente y recibí una negativa seria, formal y según su comercial ‘totalmente inamovible’. Por lo visto, su política de empresa no incluye de ninguna manera la posibilidad de proporcionarme un nuevo terminal.

Y verán, si yo no tengo móvil… ¿para qué voy a querer pagar el mes que viene su servicio? Suena absolutamente disparatado, ¿no es así? La verdad que me río sólo de pensarlo. 

Y claro, yo me digo que esto tiene que ser una broma, ¿no? Porque una compañía tan grande como la suya sin duda no ha crecido a base de reírse de sus clientes, no. No se me ocurre absolutamente ninguna razón por la que ustedes no querrían ofrecerme un nuevo terminal para que siga disfrutando de ese maravilloso servicio que ustedes y yo llevamos tanto tiempo compartiendo con cierta complicidad. Sólo podría haber un motivo: ustedes han perdido el interés por  fidelizar al cliente.

Porque su programa de puntos, si no recuerdo mal, se llamaba también programa de fidelización, ¿verdad? No, sin duda no puede tratarse de eso. De Orange me lo esperaría, pero ¿de Movistar? Simplemente me niego a creerlo. 

Y es que, sin duda, debe tratarse de un malentendido que me esté pareciendo que una empresa a la que nunca haya dado ni un céntimo tenga tanto interés por convencerme, y la empresa en la que he confiado desde siempre parezca sentirse indiferente al respecto.

Joder, si ni he borrado la pegatina de Movistar del teléfono que aún hoy a duras penas logro usar. ¡Debe tratarse de una confusión! Si duda una empresa como la suya no querrá darme la espalda después de todos estos años de feliz relación contratado-contratante.

Porque, ¿qué es al fin y al cabo un móvil para ustedes comparado con la (súmenlo antes de atreverse a llamarme mentiroso) nada despreciable suma de cerca de 10000 euros que llevo gastados en ustedes? Se lo escribo por si acaso: calculo que la cifra que llevo gastada en toda mi vida en su compañía debe rondar los diez mil euros. Más de un millón y medio de las antiguas pesetas. Se lo digo a mi abuelo y me traduce el precio a mulas, y suena aún más descabellado. 

Es por todo esto que me veo en la obligación de escribirles a ustedes, sin ningún tipo de mala intención ni inquina. Porque confío en ustedes hoy tanto como el primer día. Y estoy seguro de que ustedes en seguida solucionarán esta terrible confusión para que quede en una simple anécdota de la que dentro de algunos meses nos reiremos mis amigos y yo mientras la cuento.

Espero atentamente su respuesta, que no dudo recibiré en cuanto les sea posible. 

Atentamente,

Su amigo y cliente Holden.''

Email envíado anoche a Movistar, transcripción cuasi literal. Porque he cambiado los datos, no soy tan idiota. Veremos si me regalan un movil o no. Oh, y si tuviera tuiter se lo habría pasado también a su equipo de CM´s, voy a ver si engaño a alguien para que lo haga.

Más: anteriormente en La Fabulosa Gallina De Goma, La mafia de los instaladores de luz


sábado, 20 de febrero de 2016

¿Eres un honrado ciudadano que ya sabe a quién votar?

El año pasado y tras consultar previamente a un nutrido grupo de expertos asesores en la materia, emití este comunicado oficial en mi habitual tono jocoso-sardónico sobre lo enorme que era el pimiento que me importaban a mí los premios de popularidad en los que cada año más blogueros se enzarzan con saña por ganar una competición de popularidad insufrible. 

Ahora mismo, releyéndolo, me sigue pareciendo que me quedó gracioso, ¡que idiota salao soy! El caso es que ahora mismo cojo mis palabras y me las trago con gran alegría y con buen humor, acompañadas de patatas fritas obviamente, y me saben a gloria bendita. Más que nada porque ya que hago el eufemismo me imagino que me saben bien, no voy encima a ser tan idiota de imaginarme que me saben a huevos cocidos.

Wow, Holden. No me esperaba esto por tu parte

Y es que este año SÍ que me he decidido a participar en los premios 20blogs. OMG, SE NOS CAE UN MITO #HOLDENTUANTESMOLABAS. Ya, ya. Milana bonita. Resulta que me inscribí en plena debacle: el mundo se estaba derrumbando, los jinetes del apocalipsis buscaban mi cabeza, Hitler trataba de gasearme y José Luis Moreno intentaba desesperadamente por todos los medios que me riera con un chiste suyo. 

Tenía la moral por los suelos, el ánimo hecho polvo, y decidí por pura necesidad de elevar mi ego -lo admito, soy humano- ver si mi blog tendría el nivel suficiente como para que lo admitieran a concurso. Quiero probar suerte aunque me importe un carajo el premio, me dije. 

¿Y ahora qué? Las votaciones ya habían empezado hace unos días y no pensaba decir nada, la verdad pero... se me ha ocurrido una idea. Una buena idea, de hecho. Y para llevarla a cabo necesito que me votéis, joder, porque no soy el puñetero Rockefeller. 

¿Por qué podría yo querer votar a Holden?

Porque aquí y ahora me comprometo a si gano el premio invertirlo en vosotros. Si mi blog recibiera Money en el dichoso concurso me comprometo a organizar una GRAN QUEDADA BLOGUERA para todos los que se quieran apuntar y costearla con el premio. Así, como lo leéis.

Tal que así me lo imagino yo

¿Y si ganas un premiaco del copón y no conseguimos ni gastarlo?  

Pongamos que gano el premio tocho, que creo que son 5000 eurazos, hago la quedada y como soy un desgraciado hasta para eso, solo os presentáis 3 personas. Todo el dinero que no se gaste en la quedada iría de cabeza a una ONG, a una protectora de animales o a algo así. No pienso quedarme ni con un mísero euro. 

¿Y si sólo ganas una estatuilla conmemorativa?

Pues aún así, me pago una ronda de cañas y bravas para el que se quiera apuntar. Lo digo en serio, joder.

Vivo al otro lado del charco y no voy a poder ir aunque ganes, ¿Debería votarte?

Joder, sí. Ten un poquito de corazón y hazlo por Suguspiña, que está deseando conocerme.

Yo es que leo a Doctora, Tarambana y a otros blogueros épicos que molan y me apetecería ir, pero tu blog me parece cutre y no lo leo. ¿Podría ir?

Te vienes igual a la quedada, así quizá conozcas a tus héroes de la blogosfera.



¿Os mola la idea? ¿Os apuntaríais? ¿Alguna sugerencia de ONG o protectora por si las moscas?

Más: anteriormente en La fabulosa Gallina De Goma, Comunicado oficial.

lunes, 15 de febrero de 2016

 La  razón por la que queremos que llegue febrero no es el día de los enamorados, no. La verdadera razón de que nos guste febrero es lo que hay el día siguiente del temido 14F...



¡Ya está aquí Big Culo Day 2016! ¿Qué no sabéis lo que es el BCD? Madre del amor hermoso, lo que hay que leer en este blog... El Big Culo Day es una festividad que nos trae El Blog de Jotace cada año y cuyo fin no es ni más ni menos que poner un culo allá dónde miremos.

Y yo que para dibujar soy un zote he decidido contribuir a esta hermosa causa con un pequeño GIF, que para algo he aprendido a hacerlos, leñe. Así que no lo dudéis: si sentís aunque sea sólo un poquito de curiosidad por este importante día que deberéis marcar en vuestro calendario, pasaos por el blog de Jotace.

Más: anteriormente en La Fabulosa Gallina De Goma, Big Culo Day 2015

sábado, 13 de febrero de 2016

Hay veces que a uno no le apetece hablar de nada con nadie. Son días de manta, té, videojuegos y gatitos. Hay otros días en los que uno necesita desesperadamente tener una tarde de cervezas, risas y amigos. Y hay días en los que uno se levanta y le apetece escribir 5 cositas sobre sí mismo.


#5 Las ardillas molan


En general, antes de viajar a cualquier país, pongo internet patas arriba, incluso trato de contactar con algún aborigen del lugar para, por todos los medios, tratar de averiguar si la ciudad que voy a visitar tiene algún parque con ardillas salvajes. En caso afirmativo voy y juego con ellas. En caso negativo me busco otra ciudad.


#4 ¿Quién necesita saberse la letra de una canción?


¿Sabéis esos días en los que una canción se te ha pegado pero aún no te la sabes bien como para cantarla? Bueno, pues yo relleno los huecos en mi memoria como me da la real gana. Recuerdo por ejemplo que en la canción de los Petersellers 'Indeleble' solía sustituir la segunda frase del estribillo por: 'que escriben mucho mejor'. Dejo la original para los curiosos que quieran saber el poco sentido que eso tenía dentro de la canción.

Encima eso

#3 No como huevo cocido


NI-DE-CO-ÑA. Esta chapucera manera de cocinar estropear un huevo es la única cosa en el mundo que me niego a comer. Joder, si tuviera un archienemigo el mío sería un puto huevo cocido. ¡Puaj! Sólo lo como cuando alguien me invita a comer a su casa y forma parte de la receta, y por educación. Y lo paso fatal, aunque trato de que no se me note. Admito que es una manía y que en realidad no saben tan mal.

Cosas que pasan cuando uno tiene gatos y cierra las puertas

#2 ¡Cierra esa puerta!


No soporto las puertas abiertas. Sí, es otra manía. Todos tenemos, ¿no? sólo que quizá yo tenga más que el resto. Así, en conjunto, podríamos decir que mis hábitos de vida son en realidad una maraña de comportamientos anómalos que si los juntas todos tienen algo de sentido. Al menos para mí. Y cierro a mi paso todas las puertas que cruzo si nada me lo impide.

Pues eso

#1 Mí madre me hizo creer hasta los 28 años que mis croquetas no llevaban huevo


Sucedió en una comida familiar en la que, tras rechazar la bandeja de croquetas que mi madre me ofrecía, la dije muy educadamente que esta vez no me había preparado mi platito de croquetas aparte sin huevo, y que no me apetecían. Mi madre respondió: 'Pero si yo nunca en mi vida he cocinado las croquetas sin huevo' con mucha cara de confusión antes de darse cuenta de su error. Ha perdido toda mi confianza. Para siempre. 

Y vosotros, ¿os apetece contarme alguna manía que tengáis? ¿Algún hábito que realicéis con la frecuencia de un maníaco con trastorno obsesivo-compulsivo, quizá? O tal vez, ¿un requisito que sea obligatorio para que una ciudad os resulte turísticamente atractiva? Y por si alguien se lo estaba preguntando: sí, ese vídeo de ardilla es mío y la mano también.

Más: anteriormente en La Fabulosa Gallina de GomaEl manjar de los Dioses

viernes, 5 de febrero de 2016

Ninguno de los que estáis leyendo esto sois tan felices como este conejo

Últimamente estoy teniendo mucho tiempo libre para dedicarme a mí mismo y hacer todo lo que más disfruto: homenajes gastronómicos, degustaciones de cerveza artesana, tardes de videojuegos y siestas de pijama y padrenuestro. O al menos, así calculo que debería haber sido. 

En realidad me he apuntado a una academia, así que más bien mi tiempo libre está ocupado por piezas de frutas entre clases, cafetazos para evitar precisamente echarme esas siestacas en la cara del profesor, y de videojuegos mejor no hablamos. Me habría gustado más el plan del párrafo anterior, no os lo voy a negar.  

Cuando uno ocupa casi el 100% de su tiempo libre es necesario llevar una agenda para organizarse un poco, supongo que ya sabréis de qué hablo. Más si tiene una estupenda agenda cuasi nueva y además se es un desastre como es claramente mi caso. Joder, la palabra caos cabe dentro de mí mochila y aún sobra hueco para meter un poco de vorágine.

En este momento lleva apuntes, 2 pares de guantes (¡¡dos!!), un cargador del móvil, un yogur, dos mandarinas (me molan las parejas), un cuaderno de Mortadelo, unos calzoncillos (del Correcaminos, ojo) y más o menos una treintena de bolis sin ningún estuche (también me molan las treintenas). 

El caso es que para ahorrarme tiempo he decido dejar de hacer muchas cosas, la más llamativa de todas ellas dejar de intentar decidir si un día está siendo bueno o malo. Sí, he dejado de planteármelo, ¿qué pasa? A partir de ahora alguien se encargará de esa ardua tarea por mí. No, mi secretario no.

El caso es que la academia tiene un pequeño campito al lado, y el primer día descubrí felizmente que vive una familia de conejos que se dedica a rumiar y roer a sus anchas. Y fue un buen día. El día siguiente no vi ningún conejo sesteando al sol en el campito y fue un día de mierda. ¿Casualidad? Yo no lo creo. 

Por eso, desde entonces la genialidad de mis días se mide en conejos: 0 conejos es un mal día (obviamente), un conejo es un buen día y dos o más conejos es que va a ser un gran día. Y también hay variables, como por ejemplo el combo conejo + pájaro carpintero, que implica que ese día va a ser razonablemente bueno pero que también va a pasarme algo disgustante, como por ejemplo que se me siente un pesado al lado en clase. 

Cabrón con suerte
Hoy espero que sea un día de 3 conejos, zorro acechando, pájaro carpintero y ciervo echándose la siesta, que viene a ser como el combo de los combos e implica que voy a tener un día perfecto de verdad.  

Más: anteriormente en La Fabulosa Gallina De Goma, La Agenda