Conversación telefónica típica de un viernes.
-¿Mama? ¡Hola buenas tardes! ¿Es verdad que os vais a pasar el fin de semana al pueblo?
-Si hijo, ¿por qué? (Nivel de tono de voz: madre encantada de que su cachorro llame a casa)
-Mira, es que no voy a poner lavadora este fin de semana, y quería saber si te importaría que te deje un traje para lavar.
-¡¡NO VOY A PONER UNA LAVADORA PARA UN TRAJE!! (Nivel de tono de voz: madre indignada por el comportamiento de un cachorro)
-No mamá, claro que no. ¿El domingo cuándo volváis del pueblo podrás una lavadora?
-Euuhhhh…. Pues sí. (Nivel de tono de voz: madre confusa)
-Mira, lo el traje no me corre prisa. ¿Te importa ponerlo a lavar el domingo? Es por no poner una lavadora solo para el traje.
-Yo te lo pongo, pero esto no puede seguir así. ¡NO PUEDES TENER SOLO UN TRAJE PARA TRABAJAR PORQUE….! (Nivel de tono de voz: madre muy enfadada con un cachorro)
-Tengo 4, puedo usar cualquier otro.
-¡…… Y YA TE HE DICHO MILES DE VECES QUE CÓMO MÍNIMO TENDRÍAS QUE TENER 2! (Nivel de tono de voz: madre que sigue muy enfadada con el cachorro)
-Acabo de decirte que tengo 4 y que no me corre prisa.
-¿No te corre prisa? (Nivel de todo de voz: madre confusa)
-No mamá, si me corriera prisa pondría la lavadora yo mismo.
-¡PERO QUÉ SEPAS QUE NO LO TENDRÁS SECO PARA EL LUNES! (Nivel de tono de voz: madre que advierte del peligro a su cachorro)
-Mamá, ¿quieres no estresarte? Si no quieres no lo hagas.
-¡YO LO HAGO PERO NO LO VAS A TENER LISTO! ¡SIEMPRE DEJANDO LAS COSAS PARA ÚLTIMA HORA, NO PUEDE SER! (Nivel de tono de voz: madre tipical spanish regañando al hijo común)
-Gracias mamá.
-De nada hijo. ¿Contamos para cenar contigo el sábado? (Nivel de tono de voz: madre encantadora)
-……..
Y podríamos seguir así hasta el infinito, claro está. Madres, hay que quererlas.
-¿Mama? ¡Hola buenas tardes! ¿Es verdad que os vais a pasar el fin de semana al pueblo?
-Si hijo, ¿por qué? (Nivel de tono de voz: madre encantada de que su cachorro llame a casa)
-Mira, es que no voy a poner lavadora este fin de semana, y quería saber si te importaría que te deje un traje para lavar.
-¡¡NO VOY A PONER UNA LAVADORA PARA UN TRAJE!! (Nivel de tono de voz: madre indignada por el comportamiento de un cachorro)
-No mamá, claro que no. ¿El domingo cuándo volváis del pueblo podrás una lavadora?
-Euuhhhh…. Pues sí. (Nivel de tono de voz: madre confusa)
-Mira, lo el traje no me corre prisa. ¿Te importa ponerlo a lavar el domingo? Es por no poner una lavadora solo para el traje.
-Yo te lo pongo, pero esto no puede seguir así. ¡NO PUEDES TENER SOLO UN TRAJE PARA TRABAJAR PORQUE….! (Nivel de tono de voz: madre muy enfadada con un cachorro)
-Tengo 4, puedo usar cualquier otro.
-¡…… Y YA TE HE DICHO MILES DE VECES QUE CÓMO MÍNIMO TENDRÍAS QUE TENER 2! (Nivel de tono de voz: madre que sigue muy enfadada con el cachorro)
-Acabo de decirte que tengo 4 y que no me corre prisa.
-¿No te corre prisa? (Nivel de todo de voz: madre confusa)
-No mamá, si me corriera prisa pondría la lavadora yo mismo.
-¡PERO QUÉ SEPAS QUE NO LO TENDRÁS SECO PARA EL LUNES! (Nivel de tono de voz: madre que advierte del peligro a su cachorro)
-Mamá, ¿quieres no estresarte? Si no quieres no lo hagas.
-¡YO LO HAGO PERO NO LO VAS A TENER LISTO! ¡SIEMPRE DEJANDO LAS COSAS PARA ÚLTIMA HORA, NO PUEDE SER! (Nivel de tono de voz: madre tipical spanish regañando al hijo común)
-Gracias mamá.
-De nada hijo. ¿Contamos para cenar contigo el sábado? (Nivel de tono de voz: madre encantadora)
-……..
Y podríamos seguir así hasta el infinito, claro está. Madres, hay que quererlas.