Este verano comencé a leerme un libro, "El color de la magia". Hagamos un preludio.
Leo mucho y creo que los que leéis este blog ya lo sabéis. O sea, que no pierdo la oportunidad de decirlo cuando puedo. Sí, no hagáis que no sabéis de que hablo, que prácticamente os leo el pensamiento: que si, pesado, que lees, muy bien, vuelve a segundo de la ESO, léete la etiqueta de los champús en la ducha y deja el tema ya, pelma. Y dentro de lo mucho que leo (¡jodeos!), la fantasía no es mi género preferido.
Y eso que he leído mucha fantasía: Michael Ende (a sus pies, maestro), Gaiman (no somos dignos, no somos dignos), Tolkien y su Señor de los Anillos, C.S. Lewis su Narnia, Stephen King -tiene una saga de 7 libros de fantasía llamados "La torre oscura" que no os recomiendo-, y no faltan los omnipresentes "Juego de Tronos" de Martin y "El nombre del viento" de Rothfuss. Y mucho más, pero no os quiero aburrir: puedo decir con criterio cuando algo de fantasía me parece bueno o no porque se de lo que hablo. Fin del preludio.
"El color de la magia" es el primer disco de la saga Mundodisco de Terry Pratchett, que creo que son casi 40 libros, todos ellos más o menos independientes unos de otros pero que forman parte de un universo común. Vamos, que es fácil que si empezáis a leer un libro cualquiera de Mundodisco podáis disfrutarlo sin haber leído todo lo anterior. A día de hoy voy por el tomo 21 (4 libros por mes, no es tanto) y puedo decir que se ha convertido en mi autor más leído. Así de simple. Como quien no quiere la cosa, ha pasado de ser un tipo al que apenas conocía a ser el autor más popular de mi biblioteca.
O sea, un resumen de todo lo que he escrito anteriormente: si queréis una recomendación del género fantástico leed "El color de la magia", Terry Pratchett es el autor al que más he leído a día de hoy, y que leo mucho. (¡Ja!)