domingo, 7 de diciembre de 2008

Sueños

-Porque ésta es mi más preciada posesión-pensó-. Y renuncio a ella, la entrego al mar, y no pido nada mas que saber cómo puedo salvar la vida del monje. Porque si no hago nada, él soñará con una caja, después con una llave que abre una caja, y entonces morirá.

Y así empujó con el hocico la pálida estatua de jade más allá del borde del precipicio, delicadamente, y contempló como caía cientos de mteros y desaparecía en el mar tumultuoso. Entonces suspiró, porque la pequeña estatua del dragón había traido serenidad y paz a su cubil.

N. Gaiman. Los cazadores de sueños.

3 comentarios:

  1. Me lo tendré que leer ahora para comprender bien el post. XD

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    1. Es una novela gráfica, Helena, ya sabes: de esas que tienen muchas ilustraciones molonas. Y me encanta, claro ^^

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Cada vez que te marchas sin dejar un comentario Dios mata un gatito. Piensa en ello.