¿Cómo que la foto no tiene nada que ver con el texto? ¿A que te meto? |
No me hagan hablar de este tema, por favor. No me hagan ustedes hablar de él, que cuando los zorros nos ponemos, nos ponemos.
Parece mentira a estas alturas tener que explicar las
enormes diferencias que nos separan, prácticamente un abismo insalvable. No hay
más que ver nuestro concepto de patria y nación: un espíritu aunado en nuestra
comunidad para lograr un proyecto común de bienestar, en cambio el suyo…
Queda claro, aunque ellos digan lo contrario, que la
comunidad internacional nos concibe por nuestra enorme aportación al concierto
universal de la cultura, nuestra propia personalidad y carácter únicos en esta
tierra, nuestra riqueza artística y espiritual, en resumen: por nuestros
valores.
Somos herederos de una tradición histórica, no como ellos,
que solo se dedican a esgrimir las más ruines (y mezquinas) mentiras con tal de
ilegitimarnos. Nos quieren imponer sus ideas sobre si es mejor la monarquía o
la república, ¿qué me dicen de eso? Está claro que nuestro sistema es mucho
mejor, no cabe ninguna duda de que en sus múltiples ventajas reside su verdadera
valía. Miren la cantidad de países del mundo que lo tienen y lo bien que les
va, ¡por favor!
¿Y sus políticos? Sus políticos son unos chorizos, ¡hombre
ya!, unos mangantes y unos aprovechados que solo están en esos puestos para
hacerse de oro a costa de los de siempre, no como los nuestros, claro está, que
son un dechado de moralidad. No hay más que verles: es obvio que solo quieren
lo mejor para nosotros.
Y su bandera, ¡ay Diox mío, su bandera! Aparte de que es
totalmente ilegítima, resulta que sus colores son feísimos, joder, si es que
parece que cuando sea que los eligieron,
lo hicieron adrede para ofender el buen gusto del espectador. La nuestra, en
cambio, da placer con solo mirla.
No hay que ser un lince para ver que ellos se equivocan y que nosotros somos
portadores de la única razón. Nuestro camino es el correcto y único a seguir,
no como el suyo, que solo lleva a la ruina y a que los pobres tengan aún menos
si es posible.
Está claro que no podemos dejarles que se salgan con la
suya, ¡hay que acabar con su campaña de desinformación cuanto antes para que
todo el mundo vea claro que desde el principio fuimos nosotros los que tuvimos
la razón!
Ale, ya lo han conseguido. Ya me han tirado ustedes de la lengua.