Últimamente tenía levemente abandonado el blog, y pensaba que se debía a mi pereza absoluta que todo lo puede, pero hoy me he dado cuenta de que no es así. Simplemente no tenía nada interesante que escribir. Y me he dado cuenta pasando uno de los momentos más miserables de mi vida: conociendo el oficio de criador de perros. Antes de que leáis...