lunes, 20 de abril de 2015
Comunicado oficial
¡Extra! ¡Extra! Mi blog no ha sido nominado para los premios 20blogs (incomprensiblemente). Como consecuencia, no he ganado por
catorceavo año consecutivo este año ningún premio que acredite mi talento
mundial. No voy a escribir a ese prestigioso periódico para informarles de su
incongruente error al no proponerme como candidato al mejor blog personal del
año, no. Odiaría que el responsable perdiese su empleo por un pequeño desliz sin
importancia: a fin de cuentas todos los humanos menos yo cometemos
errores.
Por desgracia, la naturaleza veloz de internet ha tenido nefastas
consecuencias para mi blog de manera casi instantánea, empezando por la
ausencia de cualquier tipo de patrocinador durante este año. Por ello lamento informaros
de que durante los próximos meses voy a verme obligado a seguir evitando
intencionadamente dar cualquier tipo de publicidad a ninguna marca. Una pena.
Así mismo me entristece verme en la obligación de
comunicaros que un año más voy a no poder lucir mi lustrosa calva
frondosa melena en el descapotable de mis sueños con el que tanto os doy la
brasa. Salvo, naturalmente, que alguno se vea obligado a hacerme un pequeña
donación cuyo importe ascendiera al total de 30000 euros (o más). Si ese fuera vuestro deseo yo no tengo corazón
para impedir que lo cumpláis.
No obstante, todo aquel que quiera presentar la debida
reclamación a los medios en mi lugar está en su derecho de querellarse. ¿Quién
soy yo para evitar la furia del bloguero medio ante tan enorme injusticia? Me
siento en la obligación, eso sí, de pediros que por favor seáis comedidos en
vuestras protestas. Sería terrible para
mi reputación que alguien recibiera la equivocada impresión de que soy un gurú
de las turbas enfurecidas. Nada más lejos.
Me despido de vosotros con la tristeza de quien se sabe
perseguido por los medios opresores que atacan sin piedad al núcleo mismo de
los blogueros con el afilado puñal de la censura. No lloréis por mí: yo ya estoy muerto.
Es mejor así, la fama, el dinero y el poder cambian a la gente para mal. Es lo que le pasó a Emilio Aragón.
ResponderEliminarClaro que el dinero te cambia... yo cambiaría mucho con un pisito en la playa, por ejemplo. Igual hasta me volvía a crecer pelo XD
ResponderEliminarPobre Emilio, ¡cómo te pasas! El sólo quería ser tan popular como su padre :P
Qué injusticia...
ResponderEliminarSi tio, es incomprensible.
ResponderEliminar