Hace tiempo vivió en Rusia un hombre terrible de quien se
dice que hizo pactos con el propio diablo. Sólo así se explica que fuera capaz
de arrebatarle el poder al mismísimo Zar y de acostarse con la mayoría de las
mujeres de los nobles de la época sin sufrir represalias de sus maridos.
Solo mediante un trato demoníaco se puede comprender que
fuera inmune a los venenos y que además, para colmo de la envidia masculina,
tuviera el órgano reproductor más grande del que se tiene constancia. ¿O quizá
hubiera otra explicación?
Rasputín en todo su esplendor, al parecer, irresitible para las mujeres de su época |
Mis lectores más veteranos (que veo que os habéis unido mucha gente últimamente y me doy cuenta con gran alegría y regocijo) recordarán, tal vez, la pequeña monografía que escribí acerca de Rasputín intentando desmitificar un poco todas las leyendas que hay acerca de este personaje histórico.
Quienes sean realmente antiguos aquí incluso recordarán que
tengo familia bielorrusa: pues bien, este verano pasé una semana con ellos y
naturalmente les hice un montón de preguntas sobre el tovarich Rasputín con
ánimo de arrojar un poquito más de luz al respecto.
Ya dije que el hombre más temido de Rusia a principios del
siglo XX era casi analfabeto y que por esa misma razón hay poca documentación
escrita que permita contrastar las verdades o mentiras sobre su vida. Esto ha
resultado ser cierto, pero inexacto.
Resulta que de la verdadera escasez de documentos escritos
acerca de Rasputín y la época en la que vivió tiene la culpa en gran medida
Lenin. Con su ascenso al poder tras el asesinato de la familia real, una de sus
primeras medidas fue ordenar que todo lo relativo al Zar y a su consejero fuera
destruido.
Esto tiene una sencilla explicación: Lenin había llegado al
poder en gran medida gracias al descontento de la población, primero con
Rasputín y luego con el Zar. Para evitar que nadie pudiera deslegitimarles sacando
a la luz información que desmintiera todo lo malo que se había dicho de ellos,
el nuevo gobierno hizo una exhaustiva quema de documentos históricos y de todo
cuanto pudiera poner en buen lugar al Zar o a su consejero.
Además, se siguió culpando de la pobreza que vivía Rusia a la
mala gestión de la familia real por lo que las calumnias hacia ellos siguieron
siendo constantes hasta décadas después de su muerte. A la poca documentación
real que hubiera sobre Rasputín hay que añadirle, por desgracia, una década entera
posterior llena de desinformación.
Al parecer, si bien mi familia bielorrusa tiene claro que
Rasputín realmente tenía más poder que el zar y que su disoluta vida sexual
acostándose con la zarina y con las mujeres de los nobles es real, es casi
imposible demostrarlo salvo por escasos documentos cuyos datos no pueden ser
contrastados.
Una curiosidad que me llamó la atención y de la que no tenía
ni idea, es de que se prohibió usar el nombre de Rasputín en los años
posteriores a su caída. Esta prohibición, de la que ya nadie se acuerda, derivó
en la creencia popular (que persiste aún hoy) de que este nombre traía mala suerte. Por ello se quedaron extrañados y aterrados a partes iguales de que en Madrid alguien
haya llamado Rasputín a un restaurante de comida rusa. Eso es algo, al parecer,
inimaginable allí.
Uno de los supuestos penes de Rasputín que circulan por el mundo |
Otro mito que para mí queda ya totalmente desmentido es que el pene de Rasputín se conserve amputado y conservado en formol hoy en día. Si ellos que viven allí no tenían ni idea de esto, creo que queda claro que es un mito nacido de la aparentemente pródiga vida sexual del consejero del Zar.
También se dijo de Rasputín que tenía visiones del futuro y
que sus predicciones resultaban acertadas, entre ellas su propio final y el de
la familia real, predicciones que habría escrito (y que supuestamente se conservan)
y fechado semanas antes de su muerte. Al parecer, si bien a mi me resulta
totalmente inverosímil, ellos sí que me enfatizaron que hay muchos mitos y
leyendas al respecto, y que es tan profeta para ellos como Nostradamus para los
franceses.
Además, para ellos el hecho de que Rasputín fuera capaz de
hipnotizar a la gente para conseguir sus propósitos es prácticamente una verdad
históricamente rigurosa. Al parecer es un hecho relativamente documentado.
No sé si sería capaz de hipnotizar, ahora que de dar galletas con esas manos... |
Yo, como ya sabréis si habéis leído mi pequeña crónica de la vida de Rasputín, me inclino a no creer ni en su supuesta hipnosis ni en las
profecías, pero no quiero dejar de escribir el punto de vista de quienes se han
educado estudiando la historia de Rusia con más profundidad que yo para que
cada cual saque sus propias conclusiones.
Y para terminar: un pequeño error de traducción del que me
he dado cuenta hablando con ellos. Y aquí no hay dudas: ellos tienen el ruso
como idioma materno. Nosotros lo escribimos y pronunciamos RasputÍn; ellos
pronuncian RaspÚtin enfatizando la 'U'. En esto no tengo ni la más mínima duda
de que nosotros somos quienes lo hacen mal.
¿Qué os ha parecido? ¿Algún valiente se ha leído mis 2 posts
sobre Rasputín? ¿Tenéis algún personaje histórico que os obsesione como
a mí?
Mas: anteriormente en Lafabulosagallinadegoma, Rasputin, Rusia´s greatest love machine