miércoles, 14 de septiembre de 2011

Hace unos días solicité a Iberdrola (que resulta que cuando pides un alta nueva tienen que ser ellos por ley los que te hagan el contrato inicial, ¿monopolios en España? No, por Dios, eso es Ilegal…) y me llamaron en lunes por la tarde para decirme que su amabilísimo operario iría el martes por la mañana, a lo que les respondí muy educadamente que por las mañanas trabajo y no podría estar. Pues bien, hoy me han vuelto a llamar por la tarde, os transcribo lo que más o menos ha sido la conversación, que no tiene desperdicio.

-Hola, muy buenas, le llamaba por un asunto de alta de luz.

-Sí, hola, dígame.

-Llamo para decirle que iré mañana a las 9 de la mañana.

-No verá, ya le dije a su compañía que yo por las mañanas trabajo así que no puedo estar.

-¿Tiene luz ese piso?

-No, como usted bien ha dicho tienen que venir a ponerme el contador para darme el alta.

-¿No tiene ningún tipo de luz?

-Bueno, tengo la luz de obras, de cuándo me hicieron la instalación eléctrica.

-Muy bien, pues yo mañana por la mañana me paso por allí, y le corto la luz de obras. (El señor de una refinada educación victoriana, claro)

-¿Disculpe?

-Si mire, usted no puede tener luz si no tiene contador, así que si nadie me abre, yo le corto el suministro.

-Pues puede ir usted cuando le dé la gana, porque allí no habrá nadie.

-Muy bien porqué además voy a pedir que le cancelen la orden de alta ya que nunca está disponible cuando le llamamos.

-Muy bien, haga lo que tenga que hacer. Adiós.

Así que, naturalmente, llamo a Iberdrola para exponer una queja formal al individuo que me acaba de llamar, por desconsiderado, por mal educado, y además por imbécil. También transcribo esto:

-Hola buenas tardes, mi DNI es XXXXX y mi nombre es Menganito de las buenas de Dios, llamaba porque tengo abierta una orden de alta de luz, y el operario que me ha llamado hoy para hacerme la instalación ha resultado ser un tipo muy grosero y maleducado, y me gustaría presentar una queja.

-Muy bien, D menganito, pero eso tiene que hacerlo a través de internet, ¿cuál ha sido el problema?

Así que le explico la conversación, y la tele operadora (con voz temerosa, en serio) me dice en un tono de confidencia lo siguiente:

-Verá D Menganito, hágame caso, si quiere tener luz, tendrá que estar usted disponible cuando ELLOS digan.

-…

-¿Sigue ahí?

-Sí, es que estoy intentando digerir lo que acaba de decirme. Tendrán que venir cuando YO quiera, que soy el cliente, ¿no?

-Verá es que si no se amolda a su horario, ellos podrían negarse a ir, y usted nunca tendrá luz. Créame, es mejor que vaya cuando ellos le digan. Lo que puede hacer es no ir a trabajar e ir a su piso para atenderle, en serio.

-Ajá.

Poco después terminé la conversación, y puse una queja a través de internet. ¿Qué os parece? Yo aún estoy asumiendo todo el meollo. Y por supuesto que mando a Iberdrola a la mierda en cuanto pueda. Lo que dije al principio es cierto, tienen que ser ellos los que den el alta, no puede ser nadie más. Deben ser masones.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Ya he vuelto de vacaciones, y odio todo lo que tenga que ver con mi rutina. Internet incluido, en cierta manera. Me resulta demasiado fácil desconectar de absolutamente todo pero en cambio me da una pereza de mil demonios reconectarme a lo que sea.

Creo que una de las cosas más destacables de mis vacaciones es que me he comprado un peluche de -¡atentos todos!- Perry, el ornitorrinco. Es brutal, os dejo una fotillo.

Para quien no sepa qué demonios es, diré que es la mascota de la serie “Phineas y Ferb”: por un lado un ornitorrinco que no hace gran cosa, por otro el mayor agente secreto de la humanidad y el único capaz de frustrar los terribles planes del malvado doctor Doofenshmirtz.

Sí, me he aficionado mucho a esa serie mientras veraneaba, ¿qué pasa?


Mi peluche de Perry junto con el fabuloso peluche de Kiwi (¡un kiwi!), y el libro que estoy releyendo, El juego de Ender. Terriblemente recomendable, por cierto.