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| Madrid, un conductor aleatorio demostrando educación y civismo. |
No me gusta conducir, lo cual es en sí mismo una enorme
putada dado que trabajo conduciendo autobuses. Creo firmemente que no me gusta
conducir por la forma en la que se comportan los conductores en Madrid:
energúmenos, impacientes, irracionales, malhumorados e irascibles.
Convierten
la conducción en una lucha a muerte en la que el más grande tiene las de ganar.
Lo bueno es que cuando estoy trabajando yo soy el más
grande. Joder, el puto King Kong de la carretera. Más de 12 metros de largo, casi
4 de alto y una bocina de camionero. Y además, no es mío por lo que si me das
un golpe y es culpa tuya no me importa nada en absoluto, 0. Así que me aseguro de
que si me tienes que ceder el paso me lo cedas, y en general de que si no
conduces como una personita educada tengas problemas si intentas avasallarme.
Lo malo es que mi coche es una cafetera con ruedas que en
verano se convierte en una sauna con ruedas. Y además soy un pelagatos: no me
importa admitir que no conduzco un Ferrari porque mi nivel adquisitivo no me lo
permite. Total, que si me das un golpe y me quedo sin coche SI que me importa.
Te dejo pasar aunque seas un asesino al volante, me mantengo alejado de ti si
conduces como un demente y en general voy cantando las canciones de la Rock FM
y paso de todo.
Por eso, cuando el otro día querías que te dejase pasar y no
pude, no debiste enfadarte. No debiste arrimarte a mi coche y darme un golpe
con la mano en el retrovisor. Y tampoco
debiste sorprenderte cuando te embestí con mi coche, me bajé con mucha mala
ostia y te arranqué el brazo y empecé a sacudirte con él: fue una consecuencia
natural de tu mal humor y lamentable educación.
Porque seguí mi camino en vez de obedecer a mis más bajos
instintos. Porque me tragué mi mal humor, y porque además me importas una
mierda. Por eso, en vez de chocar contigo, simplemente me acordé de todo tu
árbol genealógico de manera escatológica mientras te ignoraba. Porque si llega
a haber un semáforo, te habías cagado dentro de tu flamante coche. Imbécil.
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Voy a intentar decir esto con delicadeza y tacto: ¡en Madrid conducís como el culo! xD
ResponderEliminarRecuerdo que una vez un madrileño que estaba por Asturias de vacaciones me dijo "aquí conducís muy despacio y muy separado". Tuve que explicarle que a eso se le llama "límite de velocidad" y "distancia de seguridad" (este último concepto le pareció especialmente exótico). :D
En fin, que espero que tengas paciencia y no hagas caso a los tontos que pierden la educación al volante. Y en coche (o en bus), nada de prisas.
Decir que en Madrid se conduce comp el culo es quedarse corto, asi de claro XD
ResponderEliminarLo de la distancia de seguridad es totalmente cierto... ¡Es imposible mantenerla durante mas de 1 minuto!
En general soy muy paciente al volante y un conductor muy tranquilito, aun que tambien es cierto que a veces cuesta. En este caso, si llega a haber un semáforo me habría bajado a hablar con él. No soy violento, que no haya confusiones, mi arma es siempre la palabra. Y de paso, se que mi aspecto intimida un poquito a los desconoidos: en cuanto me conoces sabes que no le haría daño a una mosca.
A mí, persona tranquilita donde las haya, me ponen muy nerviosa los conductores de este tipo, y encima tengo el handicap de ser mujer (por lo del odioso tópico de "mujer al volante").
ResponderEliminarGente que porque estás un segundo de más en el semáforo toca el claxon, gente que te "hace luces" para que corras o te apartes, gente que (¡todavía hace poco lo he visto!) echa colillas o papeles por la ventana...Si parece que, con ponerse uno al volante, lo puede todo, y no es así.
Me pregunto yo, ¿¿¿cómo no me voy a poner nerviosa???
En fin, que te doy la rezón Holden, y seguro que no matarías la mosca ;-)
Besos, ¡feliz findeeee!
Ya te digo. Otra de las cosas malas de mi oficio es que es bastante machista: seguro que no te cuesta mucho imaginarte a 5 conductores, hombres todos, en el bar tomando una cerveza despúes de 12 horas conduciendo bajo el sol de Andalucía y soltando comentarios del tipo "no tendrían que dejar conducir a las mujeres" o "mujer al volante, peligro constante". Y yo no lo soporto, por eso rara vez me junto con mis compañeros, la verdad. Asi que fijate si se de lo que hablas, Chelo. Y si, hay gente que parece que por ir al volante tienen permiso para todo.
ResponderEliminarBuen finde!!
Menos mal que no conduzco, porque me da la sensación de que la conducción saca lo peorcito de nosotros. Al menos en la ciudad. Cuidado no termines como el de "Un día de furia". Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarNah, es improbable. Fantaseo con darle su merecido a los canallas, pero nada más. Cualquier niño sueña con ser un superhéroe: yo siempre quise ser más bien un antihéroe. Como Lobo , por ejemplo :P
ResponderEliminarNo tengo carnet, pero sufro como peatona las desconsideraciones de los conductores de aquí.
ResponderEliminarNormalmente cuando un conductor ve un semáforo en ámbar frena, pero en Madrid se acelera antes de que se ponga en rojo.
Un peligro, Doctora, un peligro. De todos modos, yo más bien creo que eso es algo inherente a las ciudades, no solo pasa en Madrid. Pero lo de que saquen la mano por la ventanilla y te golpeen el coche no lo he visto en ninguna otra parte. Una vez incluso vi a dos tipos en la M-40 dándose golpes a través de la ventanilla y casi echándose de la carretera el uno al otro. Yo no se en que piensan...
ResponderEliminarHola: una historia real, como la vida misma! Acabo de descubrir tu blog y me gusta mucho la variedad de temas que tratas con esa ironía y esa forma tan peculiar de escribir. En este momento he creado un blog dedicado a los jóvenes y nuevas tecnologías que te invito a visitar: http://cativodixital.blogspot.com.es/ Si quieres seguimos en contacto. Yo ya me hice seguidora de tu blog. Saludos.
ResponderEliminarSi es que conducir en Madrid es de locos, Holden. Se te cruzan coches por todos los lados, nadie pone el intermitente, frenazos ... Enhorabuena por ese control mental de la ira. Que tengas muy buena semana. Besos
ResponderEliminarDe locos total, Erika, pero no nos queda más remedio que aguantarnos... si algún dia soy policía voy a recaudar en multas lo que no está escrito, el gran recaudador que me van a llamar. ¡Feliz semana!
ResponderEliminar¡Gracias Marta! Me alegro de que te haya gustado el blog, de verdad que sí. Me pasaré por el tuyo a echarle un vistazo.
Yo soy debo ser la rara porque me encanta conducir. Me siento en el coche y me relajo.
ResponderEliminarA Madrid subo un par de veces por semana por temas de trabajo y me encanta. ¿Que las he tenido con conductor@s gilipollas? A veces, pero descubrí hace tiempo que les jode más que les tires un beso o les guiñes un ojo que los insultos. Y yo tan feliz :P
Hola Holden =)
ResponderEliminarMuchas gracias por pasar por mi blog y dejarme comentario ;) me alegra saber que te haya gustado, y vas a tener una lectora más por aquí porque acabo de leer esta entrada y me ha gustado mucho tu manera de escribir.
A mi me gusta y no me gusta conducir. Por ejemplo, los sábados por la tarde cuando voy de mi pueblo a Castellón y apenas hay tráfico, ME ENCANTA!! disfruto conduciendo, siendo la ama de la carretera sin coches, dándolo todo mientras canto yo sola...pero la cosa cambia mucho cuando hay un montón de camiones intentando adelantarse entre ellos, cuando está el típico flipado que intenta adelantar por la derecha, cuando se acercan mucho por detrás sin respetar la distancia de seguridad...ufff...si hubieran mejores conductores me gustaría mucho más conducir.
Creo que todos los que somos prudentes en la carretera estamos un poco hartos de tanto payasete suelto que se creen los amos, cuando lo único que pueden conseguir es crear un grave accidente :S
Un besico
www.upciencia.com
¿Sabes lo que les jodería más, Leona? ¡Que les pasase por encima con un bicho de 14 toneladas! Jajajaja tonterías aparte, en general es lo mejor: ignorarles o mostrarles el amor que su madre se olvidó de darles. Algunas entradas más abajo cuento que una vez me empezaron a pitar y me bajé del coche preocupado pensando que al otro le pasaba algo... ¡y el tio se moría de vergüenza cuando se dio cuenta de que yo me preocupaba por él mientras él demostraba que no tenía educación! :P
ResponderEliminar¡Hola Lorena!
Tu blog me gustó, y mucho. En cuanto deje de tener jornadas de 16 horas me volveré a pasar y a leerte un rato :) Tampoco te creas, esta entrada es una bobada. Nada por lo que debas recordarme, me temo.
Por desgracia, debo decir que yo soy alguno de esos autobuses que atascan la carretera intentando adelantar a otro. Joder, al principio pensé que jamás haría eso hasta que me dí cuenta del motivo: los vehículos grantes tienen la velocidad limitada (no solo por la ley, digo) pero no todos los limitadores cortan a la misma velocidad. Un camión por ley puede ir a 90 pero igual el limitador le corta a 91. Pues va a 91. Y si otro camión tiene un limitador que corta a 93, pues dices joder... si le adelanto gano 15 minutos de día libre. Y creerás que es poco, claro. Pero después de años en la carretera ni te lo piensas: a todos nos gusta irnos a casa 15 minutos antes. Cuidado con los payasetes ;) ¡Un besito!
Pues yo, que soy muy influenciable, reconozco que conduzco a la madrileña muchos días , depende de mi estado de ánimo.
ResponderEliminarBueno Pseudo, como dicen por ahí: nadie es perfecto. Y yo el que menos, claro. Diox me libre de la perfección :P
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