domingo, 25 de mayo de 2014
Falsas apariencias
Hacía
años (literalmente) que no entraba a comer un poco de delibazofia a un
McDonald´s, pero el otro día caí víctima de la poderosa sugestión de la
publicidad. Me encontraba trabajando en una ciudad que no es la mía, y quería
gastar poco dinero. Además tenía unas 5 horas muertas y necesitaba un sitio
tranquilo donde quedarme a leer sin que nadie intentara servirme cafés cada
media hora u echarme por que cerrasen en local. Esas son mis excusas; si no les
gustan, tengo otras.
Total
que ahí estaba yo, es decir Holden, con una cerveza vacía y completamente
sumergido en la lectura de un libro de Murakami, cuando 3 tipos bastante
grandotes se me acercaron sin previo aviso e invadieron mi espacio personal.
Juro que yo no pensaba mirarles, no quería dejar de leer, pero habían invadido
mi espacio personal.
Motivados
por su recientemente logrado contacto visual y tomándoselo como una victoria
personal, se decidieron por fin a decirme lo que habían venido a decirme.
Transcribo (más o menos) aquí:
-Hola, tienes pinta de ser todo un patriota
como nosotros (esta frase es literal).
-…
-Y por eso queríamos darte esto, porque
sabemos que TÚ eres de los que NOS van a votar en las próximas elecciones.-
El tipo saca un rectángulo de papel impreso de una muy cuidada carpeta azul y
me lo pone en la mesa.
-¿Qué
es esto?
-Eso, compañero, es la papeleta de la
Falange, el único partido que tiene capacidad para sacarnos de la crisis en la
que los ladrones que nos gobiernan nos han metido. Si tienes alguna duda
estaremos en esa mesa.
Y miro
la mesa en cuestión: otros 3 tipos enormes con la cabeza rapada, todos
mirándome muy contentos y sonrientes. Así que, presa ya de mi propio cinismo,
levanto la mano y les saludo con gran alegría.
-Pues
muchas gracias- dije poniendo mi mejor cara de total y absoluto compromiso con
su causa mientras me guardaba la papeleta en un bolsillo.
Y se
marcharon dejándome muy sorprendido y con esta bonita anécdota. No sé cómo
pudieron confundirme con uno de ellos, todo el mundo sabe que los nazis no
leen. Y ahora en serio, ¿tengo pinta de neonazi o qué?
¡Que fuerte!
ResponderEliminarPues no se que pinta tienes pero desde luego no imagino un neonazi leyendo a Murakami.
En mi época falange y nazismo no iban de la mano.
Pero en esta época chavales de 16 se agrupan en pandillas y la efervescencia hormonal les hace sentirse invulnerables como Dioses.
ResponderEliminarY algunas de estas pandillas, se vuelcan en ideales políticos que desconocen y en equipos de fútbol como excusas para liarla en grupo. Pues bien, era una pandilla de este tipo, que por alguna razón hacía propaganda por la Falange.
Ya sabes como funcionan estas cosas... y desde luego los neonazis no leen a Murakami ni a nadie. Dudo que lean más allá de lo necesario para presumir que se han leido el Mein Kampf ese de Hitler.