Una alternativa original a la pirotecnia y que
además no molesta a animales y vecinos son los farolillos de papel. Realmente
es genial verlos inflarse poco a poco por el aire caliente y echar a volar
iluminados por una llamita, es muy bonito. Y como desde que tengo gatos, los
petardos me molestan particularmente porque me arañan (los gatos, no los
explosivos), he decidido no volver a encender uno en mi vida. Y eso que llevo
eones sin encender uno, pero bueno.
El caso es que ahora ando detrás de todos
mis conocidos contando como los petardos causan sida y te llevan al infierno, y
les propongo usar farolillos. Y doy ejemplo, como es el caso de este vídeo de Nochevieja.
¡Una preciosidad! Y con música friky, ¡un puntito a quién adivine de dónde es
la canción!
PD: Los farolillos les encantan a los niños pequeños. Si alguien tiene sobrinos o primos, es una manera genial de ganárselos :P
Nah, en verdad nunca he tirado petardos. Y haciéndo aún más honor a la verdad, estos gatos pasan bastante del tema. Pero hasta el año pasado tenía una perrita (se murió ya con 17 años) y esa sí que se asustaba mucho con los petardos. La pobre lo pasaba fatal: hiperventilaba, vomitaba, lloriqueaba escondiéndose en el baño... Un horror, vamos.
Speedygirl, sólo alguien que haya tenido gatos puede saber hasta que punto llegan a condicionar tu vida.
Yo, por ejemplo, no puedo dejar a la vista nada de menor o igual tamaño que un bolígrafo, porque desaparece indefectiblemente: pendrives, gomas del pelo o de borrar, cartuchos de tinta, chinchetas, llaves, monedas, paquetes de pañuelos, librillos de papel de fumar, mecheros...
Al final todas estas cosas suelen reaparecer, eso sí, durante la limpieza mensual a fondo, debajo de los sofás. Ni te imaginas la cantidad de cosas que son capaces de acumular bajo los sofás. Son como urracas. O peor.
En verdad cualquier animal te condiciona, a su manera. He vivido de todo, incluso un roedor al que había que darle de comer cada 6 horas comida pasada por la batidora porque no podía morder con una jeringa. Todas las noches, durante años.
Personalmente creo que hay un lugar en el infierno reservado a los que tiran petardos. Igual es que soy un poco extremista (igual es que les tengo tanto terror que casi me echo a llorar en nochevieja ¬¬).
Los petardos y yo no somos compatibles, de hecho, no soy compatible con nada que haga PUM, ese típico niño que va mordiendo su perro hecho de globos en el metro siempre hace que me debata entre: 1- que le explote de una puta vez por gilipollas 2- que se baje en la siguiente estacion por que el sufrimiento de no saber cuando hace PUM me esta matando.
Y si, me matan esas cosas, yo me tapo los oidos y me hago una pelotilla.
Las navidades son perfectas para que vándalos en potencia saquen pirotecnia y jodan a la gente con la excusa de ES NAVIDAD MOTHERFURKERS. Por eso intento salir de mi casa lo menos posible. Pero por ejemplo, en nochevieja no me queda otra, cenamos en casa de mi abuela, que esta cerca de mi casa, andando.
Salí de mi casa como si fuera un comando de elite, si, yo bien pintadita, arreglada, mona, pero mi deseo de echar cuerpo a tierra era patente. Mi madre y mi hermano se reian de mi hasta que yo les dije que la gente era muy cabrona, podía tirarlos desde las ventanas. Algun desgraciado que espero que arda en el infierno lo escuchó y nos tiró un petardo cuando pasabamos por unas ventanas, ¿mi reaccion? Un chillido histerico y una carrera hasta la casa de mi abuela.
La cosa no acabó ahí, naturalmente, despues de las campanadas, para volver a mi casa teníamos que pasar por un parque, donde había un monton de gente tirando petardos, uno de los que los estaba tirando me dijo "no te preocupes que no te vamos a lanzar ninguno" ya le dije que solo faltaba XD
No dejaron de tirar petardos a pesar de que vieron que estaba aterrorizada y no me atrevía a pasar, asi que eché una nueva carrera hasta mi casa.
No sabía lo de los farolillos, pero me acabo de volver devota de ellos.
La anécdota que has contado en muy buena Tara, ¿no te planteas publicar este tipo de historias en tu blog?xD La has contado de una manera originial y divertida y no he podido evitar reirme ^^
Es una putada que les tengas pánico, pero mira, yo te ayudo haciéndo publicidad de farolillos ;)
No suelo tener estos golpes de ingenio xD en mi blog de muñequitos no se como encajarían, pero algún dia tengo que contar las anectotas mas interesantes de gente ajena a los muñecos cuando los ven, hay algunos que son brutales.
Por otro lado, lo de los petardos es una de esas fobias que no se de donde me vienen XD
Soy un macarra de cuidado, pero de esos a los que es inevitable querer. Ya sabéis: cabeza rapada, chupa de cuero, botas militares, y en las manos las bolsas de la compra de la ancianita común ibérica a la que estoy ayudando a subir a su casa. Leo mucho, me gustan los cómics, amo a los animales, juego a video juegos, y siempre estoy ahí para el que se quiera ir de cañas conmigo. Mmmmmm cerveza. Y además hago montajes de vídeo, hay que quererme. Anímate a leerme un rato y ya verás cómo lo pasas bien. Y si te gusta lo que lees…
Los farolillos molan pero a ti tus gatos te condicionan la vida a tope, ¿no? Ahora ni petardos puedes tirar? jajaja
ResponderEliminarNah, en verdad nunca he tirado petardos. Y haciéndo aún más honor a la verdad, estos gatos pasan bastante del tema. Pero hasta el año pasado tenía una perrita (se murió ya con 17 años) y esa sí que se asustaba mucho con los petardos. La pobre lo pasaba fatal: hiperventilaba, vomitaba, lloriqueaba escondiéndose en el baño... Un horror, vamos.
ResponderEliminarSí, yo también soy muy fan de Evangelion.
ResponderEliminarEl verano pasado, en las fiestas de aquí hubo fuegos artificiales. Mi gato se metió debajo de una cómoda y no salió hasta el día siguiente, pobrecico.
Speedygirl, sólo alguien que haya tenido gatos puede saber hasta que punto llegan a condicionar tu vida.
ResponderEliminarYo, por ejemplo, no puedo dejar a la vista nada de menor o igual tamaño que un bolígrafo, porque desaparece indefectiblemente: pendrives, gomas del pelo o de borrar, cartuchos de tinta, chinchetas, llaves, monedas, paquetes de pañuelos, librillos de papel de fumar, mecheros...
Al final todas estas cosas suelen reaparecer, eso sí, durante la limpieza mensual a fondo, debajo de los sofás. Ni te imaginas la cantidad de cosas que son capaces de acumular bajo los sofás. Son como urracas. O peor.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Nana ganadora del Frikiconcurso!
ResponderEliminarEn verdad cualquier animal te condiciona, a su manera. He vivido de todo, incluso un roedor al que había que darle de comer cada 6 horas comida pasada por la batidora porque no podía morder con una jeringa. Todas las noches, durante años.
Personalmente creo que hay un lugar en el infierno reservado a los que tiran petardos. Igual es que soy un poco extremista (igual es que les tengo tanto terror que casi me echo a llorar en nochevieja ¬¬).
ResponderEliminarLos petardos y yo no somos compatibles, de hecho, no soy compatible con nada que haga PUM, ese típico niño que va mordiendo su perro hecho de globos en el metro siempre hace que me debata entre:
1- que le explote de una puta vez por gilipollas
2- que se baje en la siguiente estacion por que el sufrimiento de no saber cuando hace PUM me esta matando.
Y si, me matan esas cosas, yo me tapo los oidos y me hago una pelotilla.
Las navidades son perfectas para que vándalos en potencia saquen pirotecnia y jodan a la gente con la excusa de ES NAVIDAD MOTHERFURKERS. Por eso intento salir de mi casa lo menos posible. Pero por ejemplo, en nochevieja no me queda otra, cenamos en casa de mi abuela, que esta cerca de mi casa, andando.
Salí de mi casa como si fuera un comando de elite, si, yo bien pintadita, arreglada, mona, pero mi deseo de echar cuerpo a tierra era patente. Mi madre y mi hermano se reian de mi hasta que yo les dije que la gente era muy cabrona, podía tirarlos desde las ventanas. Algun desgraciado que espero que arda en el infierno lo escuchó y nos tiró un petardo cuando pasabamos por unas ventanas, ¿mi reaccion? Un chillido histerico y una carrera hasta la casa de mi abuela.
La cosa no acabó ahí, naturalmente, despues de las campanadas, para volver a mi casa teníamos que pasar por un parque, donde había un monton de gente tirando petardos, uno de los que los estaba tirando me dijo "no te preocupes que no te vamos a lanzar ninguno" ya le dije que solo faltaba XD
No dejaron de tirar petardos a pesar de que vieron que estaba aterrorizada y no me atrevía a pasar, asi que eché una nueva carrera hasta mi casa.
No sabía lo de los farolillos, pero me acabo de volver devota de ellos.
Di no a las cosas que hacen PUM
La anécdota que has contado en muy buena Tara, ¿no te planteas publicar este tipo de historias en tu blog?xD La has contado de una manera originial y divertida y no he podido evitar reirme ^^
ResponderEliminarEs una putada que les tengas pánico, pero mira, yo te ayudo haciéndo publicidad de farolillos ;)
No suelo tener estos golpes de ingenio xD en mi blog de muñequitos no se como encajarían, pero algún dia tengo que contar las anectotas mas interesantes de gente ajena a los muñecos cuando los ven, hay algunos que son brutales.
ResponderEliminarPor otro lado, lo de los petardos es una de esas fobias que no se de donde me vienen XD
¡Pues sí! Ya estoy deseando leer alguna :)
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