martes, 18 de junio de 2013

Cuando leáis esto posiblemente no os lo creeréis pero os prometo que es una historia real. El otro día recibí la carta más inquietante y misteriosa que jamás haya recibido. Veréis, la cosa es así: llego a casa de trabajar y encuentro en el buzón una carta en la que se lee en grandes letras azules puestas en sello la palabra “DEVUELTO”.

Lo natural cuándo hace 3000 años desde que mandaste la última carta de tu puño y letra es creer que el dichoso sobre ha ido a parar a tu buzón por error. Una fatalidad del destino, vaya. Pero… ¿Cuál es mi sorpresa al advertir que, efectivamente, mi casa es el remite del sobre?

Y no sólo eso: Yo le compré el piso a los hijos de unos fallecidos ancianitos que querían dividirse el dinero. Pues bien, no solo es mi dirección la que aparece, sino también el nombre de la difunta. Qué raro, ¿verdad?

Y para rematar el asunto, miro el sello. Y ahí está, matasellada para provocarme un infarto, la fecha de hace dos o tres días. Joder, recapacitemos. ¿Alguien ha usado la dirección y nombre de una difunta de hace 3 años para enviar un sobre hace unos días? Suena raro. ¿Quizá alguien que vivía con los viejecitos ahora es un sin techo que necesitaba enviar esa carta y puso en el remite la única dirección que se le ocurría? 

Total, que decidí esperar un par de días por si acaso alguien aparecía para reclamar la carta. Alguien que revelase por fin el misterioso asunto. Pero naturalmente, no apareció nadie. Y como la intriga me tenía fastidiado, abrí el sobre. Venga, haced vuestras apuestas. ¿Qué había dentro? Redoble de tambores para poner el ambiente a tono. Suene en vuestras cabezas la música de vuestra película de misterio preferida. Pues bien: el sobre contenía únicamente un  billete de lotería caducado hace 10 años.

Escalofriante, ¿verdad? Sobrecogedor. Estoy pensando en mandarle un email a Iker Jiménez para darle por fin una idea nueva para su programa que no haya sido masticada y pasada de vueltas ya mil veces. Ahora en serio, es inquietante y da un poquito de miedo. ¿Qué haríais vosotros? Que venga Holmes y lo vea, por Diox.

sábado, 8 de junio de 2013

Desde el amanecer de las eras los felinos han tenido un importante papel en ciertas sociedades humanas. Es bien sabido que ciertas culturas ancestrales los consideraban poco menos que divinidades y eran incluidos en numerosos ritos funerarios e investiduras de carácter político.

Criaturas ágiles, elegantes, silenciosas y habilidosas, implacables cazadores y ninjas por excelencia, el potencial de los gatos para los saltos es mundialmente conocido. Y para confirmar todo lo anteriormente dicho, muestro a continuación el que probablemente haya sido el salto más grácil y sutil de mi gato Mello. Sobrecogedor.